martes, 17 de noviembre de 2009

La vida es una obra de teatro

Hoy pretendía publicar algo mío, como hasta ahora, pero he encontrado un gran texto que refleja lo que quiero trasmitir; por eso, hoy, y solo hoy, me he permitido el lujo de hacer corta-pega, espero que no os importe. Creo que estas palabras son un tesoro, una guía que todos deberíamos seguir. ¡Disfrútenlas!

"La vida es una obra de teatro que no permite ensayos. Por eso, canta, ríe, baila, llora y vive intensamente cada momento de tu vida antes que el telón baje y la obra termine sin aplausos.

¡Sonríe! Pero no te escondas detrás de esa sonrisa, muestra aquello que eres, sin miedo, existen personas que sueñan con tu sonrisa, así como yo.

¡Vive! ¡Intenta! La vida no pasa de una tentativa, ¡ama! ama por encima de todo, ama a todo y a todos.

No cierres los ojos a la suciedad del mundo, no ignores el hambre, olvida la bomba, pero antes haz algo para combatirla, aunque no te sientas capaz.

¡Busca! Busca lo que hay de bueno en todo y todos, no hagas de los defectos una distancia, y si, una aproximación.

¡Acepta! La vida, las personas, haz de ellas tu razón de vivir.

¡Entiende! Entiende a las personas que piensan diferente a ti, no las repruebes.

¡Mira! Mira a tu espalda, cuantos amigos... ¿Ya hiciste a alguien feliz hoy? ¿O hiciste sufrir a alguien con tu egoísmo?

¡No corras! ¿Para que tanta prisa? Corre apenas dentro de ti.

¡Sueña! Pero no perjudiques a nadie y no transformes tu sueño en fuga.

¡Cree! ¡Espera! Siempre habrá una salida, siempre brillará una estrella.

¡Llora! ¡Lucha! Haz aquello que te gusta, siente lo que hay dentro de ti.

Oye... Escucha lo que las otras personas tienen que decir, es importante.

Sube... Haz de los obstáculos escalones para aquello que quieres alcanzar, pero no te olvides de aquellos que no consiguieron subir en la escalera de la vida.

¡Descubre! Descubre aquello que es bueno dentro de ti, procura por encima de todo ser gente, yo también voy a intentar.

Ahora ve en paz. Yo preciso decirte que... te adoro, simplemente porque existes."

Texto atribuido a: Charles Chaplin

lunes, 16 de noviembre de 2009

¿Qué te gusta?

- Llevamos años hablando y nunca me has dicho que te gusta.

- Creo que no hace falta que te diga las cosas que me gustan, tu me conoces, y si observas un poco te darás cuenta de ello. La mayoría de ellas son insignificantes, no valen mucho, pero por algún motivo me encantan, se podría decir que vine así de fabrica!

- ¿Cosas minúsculas? ¿A qué te refieres?

- Deja que lo intente:
Me gusta meter la mano en un bote de arroz o de legumbres y sentir esa agradable sensación, cuando cada granito se hace uno con cada uno de mis dedos. Me gusta saltar en los charcos después de un día de lluvia. Me gusta romper las pompas del papel que envuelve los objetos frágiles. Me gusta comer ese chicle de fresa que nunca se acaba-me recuerda a cuando era niña-. Me gusta viajar en tren y observar a la gente mientras no se dan cuenta. Me gusta “Desayuno con Diamantes”, Audrey Hepburn y París. Me gusta reír a carcajadas, que me susurren algo al oído y escribir. Me gusta Mary Poppins, los zapatos de tacón, el pelo alborotado y las sandalias. Me gustan las sorpresas y los besos con ruido, los monólogos con gracia y los “hasta luego”. Me gustan las señales y las casualidades, me gustan las lagrimas de alegría y los reencuentros. Me gusta “Oasis” y “El Alquimista”, filosofar y los estampados coloridos. Me gusta el País de Nunca Jamás, Rabat y “Le Centre Lalla Meriem”.
Pero sobre todo, me gusta verte sonreír.

Bueno, basta ya de hablar de mí. Dime, ¿Qué te gusta a ti?

- …

jueves, 29 de octubre de 2009

Oleada de sentimientos


Hoy, como todas las mañanas, he cogido el tren en dirección a la ciudad. He vuelto a ver algunos rostros conocidos, los veo desde que empecé a coger este tren mañana si y mañana también. Mientras observo como los pensamientos de los de mi alrededor se empiezan a evaporar, yo me mantengo firme, en mi sitio, a la vez que vuelo con ellos para descubrir a donde se dirigen.

María, la chica pelirroja que todas las mañanas llega corriendo a la estación, resopla y saca un libro de poemas que lleva en su bolso, que esta vez lo usa para aliviar el sofoco. Al de un rato comienza a leer su libro, ansiosa de descubrir los nuevos versos de su poeta pavorito. Con las bellas y sabias palabras de ese autor se ha reencontrado con viejos sentimientos, con viejas pasiones, que le recuerdan lo que años atrás fue un gran amor. Lo recuerda con añoranza, pero sabe que en algún momento, cuando menos se lo espere, volverá a sentir lo mismo que años atrás. De repente, una oleada de sentimientos inunda todo su ser y mientras sus ojos dejan caer una lágrima, en su rostro se dibuja una sonrisa.

Dos asientos más atrás se sienta Sebastian, un señor bonachón con el pelo desteñido ya por el paso de los años. Deja el bastón cerca de su nieto, que hoy le acompaña a la ciudad para hacerse un chequeo medico. Recuerda que últimamente no está muy fuerte, que se siente débil y que desde que Margarita se fue, no es el que era. Tiene dudas de si soportará el invierno que está a punto de llegar. Tiene miedo, pero siente que ya ha hecho todo lo que tenía que hacer en la vida, no es que se resigne, al contrario, se siente satisfecho y realizado; aun así, sigue aferrándose a la vida, pero al mismo tiempo se muere de ganas por volver a reencontrarse con Margarita. De repente, una oleada de sentimientos inunda todo su ser y mientras sus ojos dejan caer una lágrima, en su rostro se dibuja una sonrisa.

Lanzo, el nieto de Sebastian, también esta preocupado. Llevaba tiempo sin ver a su abuelo, pero, ahora que ha terminado la universidad ha decidido ir a vivir con él. No lo ha encontrado como él esperaba, esta bastante desganado, siente que la reciente muerte de su abuela ha marcado mucho a su abuelo. Espera que, por lo menos el medico les de una buena noticia. Se siente culpable por no haber pasado todo el tiempo que debiera con sus abuelos, pero las cosas son como son, y ahora intenta recuperar el tiempo perdido, deseando que no sea demasiado tarde. He observado como Lanzo se estremecía con este pensamiento, pero Sebastian le ha agarrado de la mano y le ha sonreído. Creo que Lanzo ha comprendido lo que siente su abuelo y que este no le reprocha nada. De repente, una oleada de sentimientos inunda todo su ser y mientras sus ojos dejan caer una lágrima, en su rostro se dibuja una sonrisa.

El tren, aparentemente tranquilo a tan trempana hora de la mañana, cuando todavía todo esta oscuro y apenas ha salido el sol, se llena de sentimientos de gente corriente que revolotean de vagón en vagón haciendo finalmente, que una sonrisa se dibuje en mi rostro.

lunes, 26 de octubre de 2009

Susurros

Susurros lanzados al aire que a lo mejor llegan a tus oídos.
Susurros palpitantes, ansiosos de vida.
Susurros matutinos, vespertinos,
susurros nocturnos.
Susurros que no se olvidan,
que quedan en la memoria.
Susurros melancólicos, divertidos,
infantiles, maduros,
que juegan y piensan.
Susurros sin grandes pretensiones,
que solo sienten y transmiten.
Susurros compartidos,
que van y vienen,
como la marea,
como las estaciones,
como la brisa,
como tú …y como yo.
Al fin y al cabo…susurros, susurros del alma.